El cuchillo no se usa con frecuencia en cirugía endoscópica debido a los problemas asociados con la seguridad de una cuchilla, que no se puede cerrar ni desactivar. Sin embargo, tiene algunos usos importantes.
En nuestra práctica, una cuchilla desechable (Beaver) está montada en una varilla de metal, que tiene un casquillo en el extremo distal en el que se puede atornillar.
El uso más común del cuchillo es para abrir el conducto hepático o el conducto biliar común durante la exploración de cálculos. Se crea una herida de arma blanca pequeña, de corte limpio en la pared anterior. Se requiere gran cuidado durante la incisión y la extracción del cuchillo. Sin embargo, unas tijeras afiladas y curvas son mejores y más seguras que las navajas para la coledocotomía.